GRISÁLIDAeSCOJO LA MADUREZ DE LO GRISES |
Creo que soy un pésimo corredor. Hoy he escrito mi próximo artículo del blog —que no es este— mientras corría unos kilómetros. Tiene sus ventajas, no crean. Cada vez que se me ocurría una buena idea me daba un subidón de adrenalina que me hacía elevar el ritmo y recorrer los siguientes 50 metros sin darme cuenta. Y se me ocurrieron muchas buenas ideas —risas—, así que he batido todos mis registros, los cuales no voy a desvelar para evitar burlas innecesarias de auténticos runners. Esto me lleva a la pregunta que quería hacer, precisamente, a runners expertos, entrenadores, profesionales de la actividad física y el deporte y a psicólogos deportivos. ¿En qué demonios debería ocupar mi mente mientras corro? Yo estoy acostumbrado a practicar y competir en deportes en los que pensar es parte del juego, como tenis, baloncesto y ajedrez. Y cuando entrenaba, lo hacía con compañeros de equipo o de club, o en solitario pero con un objetivo claro que me servía de motivación. Pero ahora, que tengo una importante lesión de codo y aún no veo la luz al final del túnel, ¿debería tratar de vaciar mi mente mientras corro para que fluya el karma? ¿Estimular mis piernas autoconvenciéndome de que lo hago para salvar el mundo? No lo sé. De lo que sí estoy seguro es de que no he acabado más relajado y con menos estrés, sino como una moto y con ganas de ponerme delante del teclado. Todos los que teníamos que trabajar hoy en la redacción de deportes de Gran Canaria nos decantamos por el rojo. La casualidad no es menor. ¡Ah! ¿que estoy exagerando? Ponlo a prueba, a ver cuántas veces haces pleno con tus compañeros (no vale que trabajen de uniforme). Ya me hago cargo de que en un departamento de veinte miembros será aún más difícil. Sea como fuere, no podíamos dejar pasar esta singular anécdota para hacernos esta foto. Unos pajaritos se han instalado en el jardín. Ya lo sé, no se les ve en la foto, son muy tímidos. Este es su nido.En los informativos de Televisión Canaria hemos contando su historia y había leído sobre él en los periódicos, pero nunca me lo había cruzado. Hasta ayer. Iba conduciendo, cuando tras girar en una calle en Lomo Los Frailes, en Las Palmas de Gran Canaria, lo vi. Estaba junto a su taxi adornado con motivos navideños hasta el exceso, vestido de Papá Noel, con su barba blanca natural y su aspecto bonachón, igual de real. Dentro del taxi, junto al asiento del conductor, hay instalado un belén completo que se le permite transportar en las fechas navideñas gracias a una autorización especial que consiguió hace unos años del Ayuntamiento. Tuve que pararme y hacerle fotos. Antonio Sánchez Suárez lleva haciendo esto desde 2009, por lo que le podemos colgar tranquilamente el cartel de friqui, a lo que él seguramente respondería, «¡y a mucha honra!». No voy a preguntarme por qué lo hace, solo diré que me ha gustado presenciar la escena. Mientras él también disfrute y no se convierta en esclavo de su personaje, que siga despertando sonrisas. Da lo mismo si son de burla o de admiración. El día 15 de febrero de 2014 merece ser recordado por los canarios. Una jornada fría como pocas en nuestras templadas tierras isleñas. En la terraza de mi casa, en Las Palmas de Gran Canaria, a las 14.00 horas y para asombro de mis hijos, comenzó a granizar violentamente —al menos, para tratarse de estas latitudes—. Es la primera vez que veo tan de cerca un avispero, con sus avispitas y todo. Allí estaban, tan a gusto, en la sombrilla de la terraza acompañándonos en el café de la sobremesa. La escena podría resultar incluso bucólica, aunque después, al imaginar el hogar avispil multiplicado por diez o por cien, ya me pareció menos tierno y decidí invitarlas a marcharse. En realidad, fue un desahucio en toda regla. Espero que no me guarden rencor.
No me considero yo un tipo mitómano, por eso no me verán sacarme fotos o pedir autógrafos a las celebridades. Pero hay excepciones, como la de la imagen. David Marrero y yo compartimos la pasión por el tenis. Me cuenta que cuando él era pequeño le gustaba verme jugar en el Club de Tenis La Pardilla, en Telde. Ahora, es tenista profesional y acaba de ganar el Masters de Londres de dobles junto a Fernando Verdasco. Un deportista humilde y trabajador que se merece los éxitos que con algo de retraso le están llegando. Y me siento orgulloso de ser su amigo. Comienza mi decimotercera temporada en Televisión Canaria. Lo mejor de todo es poder compartirlo con personas a las que quiero y admiro, como las que me acompañan en la imagen, Yara de León y Paco Luis Quintana, justo antes de empezar el Telenoticias 2.
Yo ya puedo decir que he estado, literalmente, en el culo del mundo. Como se puede observar en la foto, está en Fuerteventura, cerca de la Playa de Santa Inés. A decir verdad, no es el culo, sino los culos. Es el paisaje que nos acompañó en el descenso hasta la orilla, en nuestra vocación de aventureros alejados de las zonas turísticas, en la costa norte de la isla.
Al pobre Papá Noel de la foto nos lo encontramos en este lamentable estado en Puerto Lajas, en Fuerteventura, en pleno mes de agosto, en la mismísima entrada a la playa. A lo mejor, alguien pensó que después de tantas décadas pasando frío en Laponia le vendría bien algún tiempo en el maravilloso clima canario. A juzgar por su aspecto, no parece estar disfrutando.
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