GRISÁLIDAeSCOJO LA MADUREZ DE LO GRISES |
Una crisálida, con 'C', es un hermoso proyecto a todo color. Pero cuando pasa el tiempo, cuando los ojos ya han disfrutado de la explosión cromática que es la vida en edades tempranas, llega la madurez de los grises. Los colores intensos son necesarios para conformar la experiencia vital, pero en la madurez desvían la atención si se trata de tomar decisiones o reflexionar. La madurez es equilibrio. Y el equilibrio en el análisis, en el debate, en el pensamiento, no se halla en la equidistancia respecto a dos extremos, sino en la capacidad de apreciar los matices, que a veces nos acercan a unos o a otros, sin que eso nos tenga que dar vértigo. El blanco y el negro rara vez son la verdad, pero a veces puede estar muy próximo a alguno de los dos. Viviendo en la GRISÁLIDA, con 'G', podré aproximarme tanto como quiera a cualquiera de ellos, sin ser ellos. Definitivamente, la GRISÁLIDA es mi sitio.
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