GRISÁLIDAeSCOJO LA MADUREZ DE LO GRISES |
@AntonioMaestre es un tipo al que, a diferencia de la norma general, los libros le han estrechado la mente y como consecuencia, echa espuma por la boca en nombre de la defensa de los pobres y oprimidos. La captura que encabeza estas líneas y que hace referencia a las donaciones hechas públicas por empresarios y deportistas profesionales para ayudar en la lucha contra el covid-19 y sus consecuencias, ofrece la visión retorcida y perturbada de un odiador de clase, cuyas ideas al principio seguro que fueron puras, pero que con el tiempo se han convertido en pura ideología, sin corazón, ni rostro. Sin humanidad, en definitiva. Aunque en algún caso tuviese razón, es despreciable y la refutación, sencilla: la donación que se hace pública multiplica las donaciones. Y, en efecto, se llama marketing. En realidad, es la misma herramienta que se utiliza en política para vender ideas, solo que Maestre cree que los demás lo usan para hacer el mal y él para hacer el bien. Tengo amigos inteligentes que le han dado un 'me gusta' a esto. Y no salgo de mi asombro. Para entender lo absurdo de la idea basta con cambiar el «si yo fuera», por algo que sí eres en lugar de lo que no eres y verás. Por ejemplo: «Si yo fuera un ser humano y me enterase de las atrocidades que cometen los humanos...» Acaba la frase. Yo la acabaría de esta forma: «Trataría de cambiar al ser humano». Y esto es aplicable a casi todos los «si yo fuera». Ya sabemos lo que no crees y lo que no quieres ser, Mar Abad. Y confieso que tu forma de expresar esa rebeldía intelectual me cautiva. Ahora, me gustaría saber lo que eres y en lo que sí crees. ¡Ah, que tú tampoco lo sabes...!
Profesores, maestros, pedagogos y psicopedagogos del mundo, ¿podrían sacar a nuestros líderes políticos de su pequeña y seguro que bienintencionada confusión respecto a los términos posesión, educación y enseñanza de los hijos?
¿Este es el nivel de los que Echenique quiere convencer, los que pueden llegar a creerse que «El programa real de [cualquier partido] es darle dinero a los multimillonarios y quitártelo a ti»; o argumentos igual de simplones? No respeto a nadie que me crea tan obtuso. A nadie. No creo que ni Rivera ni Casado sean tan de Machado como quieren hacernos creer. Forma parte de este absurdo espectáculo de las apariencias y poses tuiteras que es la actual política. Igual que esta crítica, también tuitera y cogida con pinzas del PSOE. ¡Seguimos para bingo! Al deporte-producto, el que en realidad odia Maxim, el que representa la LFP, la ACB y los medios de comunicación más sensacionalistas, no le afectará lo más mínimo lo que el ministro piense del deporte. Me preocupan más las becas a deportistas de disciplinas minoritarias, las ayudas por desplazamientos a los deportistas canarios y al deporte adaptado, por nombrar algunos. Una de las mayores pedanterías con las que suelo tropezarme es la del que suelta, orgulloso, «no tengo ni idea de deportes». No hablo de un sincero acto de modestia, sino del cultureta que presume de su incultura, sin saberlo. No negaré que a simple vista resulta chocante la elección de Maxim Huerta como ministro de Deportes. ¿El ministro del deporte odia el deporte? Es como si un ministro de igualdad fuera abiertamente homófobo o machista, ¿no les parece? Luego, leyendo sobre sus ocurrencias tuiteras, bastante contradictorias, debo admitir que ya no sé lo que piensa del deporte. Lo que sí sé es que no lo entiende. No es odio, es una simple limitación cultural. Sí, cultural, han leído bien, porque, como he dicho, el deporte es cultura. Y en buena parte no es culpa suya sino del concepto televisivo del deporte de masas, el del producto de consumo, que deduzco que es el que Huerta conoce porque es el que más abunda en España. Es como el que cree que el amor es lo que sale en las películas porno. Lo cierto es que al deporte-producto, el que en realidad odia Maxim, el que representa la LFP, la ACB y los medios de comunicación más sensacionalistas, no le afectará lo más mínimo lo que el ministro piense del deporte. Me preocupan más las becas a deportistas de disciplinas minoritarias, las ayudas por desplazamientos a los deportistas canarios y al deporte adaptado, por nombrar algunos. O, a lo mejor, y en ello confío, es una buena oportunidad para facilitar una conversión. Porque ya sabemos que los conversos suelen ser a la larga los fieles más devotos. *Ya veo venir a los querrán interpretar mis palabras como rechazo a Pedro Sánchez. Para que no pierdan el tiempo, aplaudo el gabinete que ha formado por lo que he podido leer sobre su independencia, méritos y talante.
El Cabildo de Gran Canaria es el accionista único del CB Gran Canaria. Las palabras de Bravo de Laguna sobre este y otros asuntos relativos a la gestión del club son un severo correctivo a sus rectores, empezando por su actual presidente, Joaquín Costa y su Director General, Berdi Pérez. Veremos si no es el comienzo de algo más grande.
Entiendo que en una manifestación lo que funciona para llamar la atención mediática son los lemas directos y concisos, aunque a poquito que se escarbe en ellos desde el más elemental razonamiento lógico, resulten estúpidos. Estamos ante uno de esos casos, en el que se incluye una descomunal falacia.
Es evidente que a Pedro Martínez le ha sentado mal que uno de sus jugadores haya dicho en público que están jugando peor que hace algunas semanas, lo que por otra parte no es ningún secreto. Es comprensible que el entrenador no tolere que haya deserciones, pero no es eso lo que hizo Nacho Martín, sólo constató inocuamente una realidad en la que, por cierto, se incluía. El problema de Pedro Martínez es otro, y tiene más que ver con su amor propio herido.
No tengo los suficientes conocimientos de Leyes como para pronunciarme sobre la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, pero hablar de «daño moral» a Inés del Río es sonrojante. Tal vez sea jurídicamente menos ortodoxo, pero mejor lo hubieran llamado, por ejemplo, «compensación». Una simple cuestión de sensibilidad.
Yo hubiera tirado un poco más de ese carrete a lo largo de la entrevista —que, por otra parte, es excelente—, pero entiendo que Andy Robinson es especialista en economía, así que ese debía ser el camino. No obstante, al igual que al autor del titular de Jot Down, a mí también es esta frase sobre la juventud española la que más me llama la atención. Incluso la ampliaría a toda la sociedad española, sin distinción de edad. En el fondo, lo que subyace es que el 15-M es una inflamación transitoria como consecuencia de la crisis, sin poso ideológico perenne. En definitiva, una gran oportunidad perdida. Ojalá me equivoque.
Deseaba que ganara Rafa, pero me alegro de la llegada de un nuevo 'jugador' a la ciudad. El retorno de Del Potro a este nivel es aire fresco para el tenis.
Lo más grave no es que Piqué se meta con el Real Madrid, que también, sino burlarse gratuitamente del árbitro. Ha sido infantil. El acto de inmadurez e irresponsabilidad de quien no es consciente del lugar que ocupa en el fútbol. Piqué no es un hincha.
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