GRISÁLIDAeSCOJO LA MADUREZ DE LO GRISES |
Establezcamos el punto de partida. No me gustó nada la denuncia de los abogados cristianos contra Borja Casillas --Drag Sethlas—. Y me gusta mucho la decisión del Fiscal Jefe Provincial de Las Palmas de archivarla. De hecho, me gusta tanto que no solo aplaudo la decisión, sino todo el argumentario que acompaña el decreto, incluidas las partes que casi nadie ha querido dar a conocer a la opinión pública, pese a su relevancia de cara a próximas ediciones de la Gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Lo que voy a hacer ahora es lo que hubiera esperado de todos los que se han apresurado a difundir la decisión del fiscal con apenas una exclamación triunfal junto al enlace de la noticia, que equivale a «¡hemos ganado!». Porque ya saben ustedes que de eso se trata, de ganar. Sin matices, sin autocrítica, sin escala de grises, sin aprendizaje. En definitiva, sin que haya servido para nada, salvo para la autocomplasencia. Sin embargo, el fiscal, en un ejercicio de responsabilidad, sí quiere ir más allá y hace algunas apreciaciones que no deberían caer en saco roto. La parte del texto más divulgada es aquella en la que la fiscalía concluye que no parece que Borja haya tenido intención de ofender a los católicos. Ya está, no hay caso. Como debía ser. ¿Quieres saber qué más dice el fiscal y seguramente no has leído? Mensaje para futuros concursantes y determinadas expresiones artístico-festivas: «El contexto de una fiesta como el carnaval permite descartar una intencionalidad de ofensa, primando otras alternativas que van desde la mera diversión hasta la crítica ácida [...] A pesar de todo lo anterior, el Código Penal no se deroga temporalmente durante estas fiestas [...] ni el carnaval puede ser utilizado como una 'patente de corso' bajo cuyo amparo se puede realizar cualquier conducta delictiva» Tirón de orejas para la Gala Drag Queen: «Realmente sorprende que, en apariencia, no exista control alguno sobre el contenido de la gala. El carnaval es signo de libertad, pero ningún derecho es ilimitado. Imaginemos por un momento que se hiciera apología explícita de la violencia de género o del terrorismo, por citar sólo dos conductas delictivas que generan un sentimiento de rechazo claramente mayoritario en nuestra sociedad [...] entendemos que hubiera sido apreciado como razonable la exclusión de esa candidatura». Viene a decir que, de ser otro fenómeno con mayor rechazo social que las creencias religiosas, seguramente no se hubiera considerado «simple diversión» o «crítica ácida». ¿Dónde situamos, pues, la frontera entre «tienes la piel muy fina» y «te has pasado»? ¿En el delito? Ah, cuidado, porque basta con decir que no tenías intención de ofender y asunto resuelto. Sobre arte y la cultura: «Según las bases del concurso, la preselección de candidatos sólo tiene por finalidad "velar por la calidad artística" de la Gala Drag Queen, de forma que la organización sólo puede rechazar a los candidatos cuyo diseño no reúna "las características que el nivel y la calidad del concurso requiere". Curiosamente, según las actas de votaciones de la gala final, el jurado artístico cultural fue el que otorgó menor puntuación (5 sobre 12)». Esto, que yo desconocía, debería hacer sonrojar a Israel Reyes, director artístico de la gala y a otros muchos que han basado sus argumentos sobre la victoria de Drag Sethlas en la calidad artística de su puesta en escena, muy por encima de la provocación o la burla. Entonces, si el jurado artístico considera que la calidad artística de Drag Sethlas fue tirando a floja, ¿que hizo que el resto de jurados le dieran la máxima puntuación? Me puedo hacer una idea. Está en mi anterior artículo. Y concluye el fiscal: «La actuación del Sr. D. Borja Casillas [...] pudiera ser considerada objetivamente como irrespetuosa, pero no necesariamente ofensiva en el sentido jurídico penal del término». Mantengo que la denuncia fue desafortunada porque creo que agudiza el enfrentamiento innecesariamente, pero ya que se hizo, aprovechemos lo que nos dice alguien neutral como un fiscal desde su autoridad jurídica y el sentido común que le suponemos, y que, en mi opinión, expresa en el decreto de archivo. Para empezar, los responsables de la Gala Drag Queen podrían darle una vuelta a las bases del concurso para evitarse problemas. ¡Y que viva el carnaval! (Adjunto todo el documento del decreto de archivo presentado por la fiscalía con mis subrayados) |