Publicado en jugandoencasa.es el 23 de agosto de 2012 En la entrada anterior di mi particular diagnóstico sobre el bajo índice de medallas que históricamente suele lograr España en los Juegos Olímpicos. En resumen, sería la escasa cultura deportiva de nuestro país. Me propongo, ahora, explicar lo que eso significa. Este primer párrafo describe a los que han sonreído despectivamente al leer el título. Aquellos a quienes ofendo con el solo hecho de vincular las palabras 'cultura' y 'deporte'. Aún a riesgo de irritarles todavía más, les adelanto que no lo entenderán...
Publicado en jugandoencasa.es el 23 de agosto de 2011 Cuanto más organizada está una sociedad, mayor riesgo corren sus miembros de olvidarse de pensar por sí mismos. Y lo que es peor, de perder la capacidad de discernir el bien del mal sin tener que acudir a un manual de derecho penal. Vaya por delante que en modo alguno estoy en contra de las leyes y el orden, claro está, solo constato la consecuencia menos buena de algunos de los mecanismos y herramientas imprescindibles para convivir en sociedades avanzadas, si bien es cierto que serían aún más avanzadas si esas herramientas ya no fueran necesarias. Como de eso todavía estamos muy lejos, voy a los hechos recientes que me conducen a esta reflexión, que por otro lado no tiene nada de original pero que de vez en cuando conviene recordar por si sirve de algo...
Por petición expresa de Francisco Sánchez, doy mi opinión sobre la decisión de abandonar el fútbol profesional del exjugador del Sporting de Gijón, Javi Poves, de 24 años.
Este es el enlace de la entrevista publicada en La Vanguardia el día 8 de agosto en la que baso mis opiniones: «El fútbol se ha convertido en un circo descontrolado» El movimiento de los «indignados», los del 15-M o como prefiera usted llamarlos, no tiene padres conocidos. Como quiera que la criatura apunta maneras, más de uno anda solicitando pruebas de ADN, unos para tratar de demostrar su procedencia turbia con el objeto de desacreditarlo, y otros buscando rastros de consanguinidad con el que presumir de vínculos familiares, aunque sean lejanos. Todos desearían —por razones distintas— que este movimiento social, eminentemente juvenil y, sin duda, espontáneo, fuera lo que no es, ni aspira a ser. Lo malo es que incluso los que intuyen que por principios deberían apoyarlo, tampoco han entendido muy bien lo que está pasando.
«¡Con todos ustedes, Condón!» —vítores y aplausos—.
Ni una palabra más, ¿para qué? El mensaje no puede ser más claro: El sexo es parte inseparable de la fiesta de Don Carnal, y para evitar sus indeseables consecuencias —bombo y SIDA— solo cabe una opción, el condón. Lo entendería hasta un niño. De hecho, de eso se trata, ¿o acaso los menores no pueden practicar sexo en los carnavales? Los guionistas del spot de la La Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de Salud captaron la idea enseguida. Debía ser aséptico, sin matices, sin posibles interpretaciones morales. Normal. La sentencia más perspicaz que he escuchado tras el «alcorconazo» en su versión liguera es la de un oyente de Todo Goles Radio, en Canarias Radio La Autonómica, que dijo a través de Facebook que en la Unión Deportiva Las Palmas no eran los jugadores quienes le estaban haciendo la cama al entrenador, sino el entrenador a los jugadores. Para comprobar la agudeza del comentario hagamos un rápido análisis de la alineación que opuso Paco Jémez al Alcorcón.
Han cenado juntos, han brindado y se han dado un abrazo de oso. El Gobierno y los sindicatos se han puesto de acuerdo en la reforma de las pensiones. Básicamente, afecta a tres puntos: La conocida ampliación de la edad de jubilación hasta los 67 años, salvo que a los 65 se hayan cotizado 38 años y medio, es decir, los funcionarios de carrera y poco más; la necesidad de haber cotizado esos 38 años y medio para cobrar el 100% de la pensión; y el cómputo de la base reguladora, que pasa de los 15 a los 25 años, para calcular la cuantía final de la pensión a percibir. Objetivamente, y en términos absolutos, los trabajadores estamos peor hoy que ayer. Era necesario acometer esta reforma, eso es incuestionable, lo que denuncio es la hipocresía de las élites sindicales del país.
No, no se ha apoderado de mi cuerpo el espíritu del genial Joaquín Prat y su inolvidableEl precio justo. Es que se me ha quedado grabada en la cabeza la sonrisa de Jonathan Viera mientras era entrevistado este miércoles por mi compañero en Televisión Canaria,Alberto Rivero. Cara de niño, ojos alegres, respuestas frescas e ingenuas... Todos los futbolistas que saltarán el domingo al césped van a disputar el derbi, pero no sé cuantos de ellos van a jugar el derbi. Pocos, quizá solo uno. Jonathan Viera todavía disfruta del fútbol porque sigue siendo un juego para él.
Las agujas del reloj marcaron las doce de la medianoche, la princesa perdió su zapato de cristal mientras corría hacia la carroza, que inmediatamente se convirtió en calabaza... Y la princesa volvió a ser Cenicienta.
Eso es lo que sentí anoche cuando el árbitro pitó el final del partido en el Estadio de Gran Canaria y asomaron los pañuelos blancos en la grada, acompañados por silbidos. El infarto sufrido por Miguel García el pasado domingo durante el Salamanca-Betis, de Segunda División, ha vuelto a conmocionar al deporte español. Ahora, todos buscamos desesperadamente las causas. Necesitamos que los médicos nos den una justificación científica ante la que podamos decir, «claro, eso lo explica todo». Y lo que nos inquieta es que esa explicación, hoy por hoy, no existe, y por tanto, sentimos que cualquiera de nosotros, sobre todo cualquier futbolista, puede ser el próximo.
«No quería lesionar a Messi». Lo ha dicho Ujfalusi y lo repiten en una rídícula coletilla todos los los loros que alberga el exótico zoológico deportivo nacional. Tampoco Drenthe quiso dejar a Marc Bertrán seis meses en el dique seco la pasada temporada. O, mucho antes, hace justo 27 años, estoy seguro de que Goikoetxea no quiso partirle el tobillo a Maradona. Ninguno quería hacer daño —al menos no tanto— pero todos ellos lo hicieron, y mucho.
Todo el mundo quiere comprar al pulpo Paul, y creo que va en serio. Esta es la noticiapublicada en El Mundo:
«Tras vaticinar la victoria de 'La Roja', todos quieren a Paul aquí. El Zoo Aquarium de Madrid ha informado de que, ante las decenas de peticiones llegadas de toda España, ha iniciado las gestiones para que el famoso pulpo adivino forme parte de la colección de animales que vive en su Aquarium. Según en centro, el cefalópodo podría ser trasladado al Zoo Aquarium de Madrid en un "cortísimo" plazo de tiempo. Desde que África empezó a asomar la cabeza en los mundiales con aquellos sorprendentes leones indomables de Camerún en España ’82 e Italia ‘90, o más tarde con la Nigeria de EEUU ’94, el fútbol, el de verdad, el profesional, el europeo —con permiso de Brasil y Argentina—, siempre ha mirado con ternura los intentos animosos de losnegritos de acercar su nivel al de las grandes potencias. Eran esos equipos simpáticos que divertían con su desparpajo y su desorden.
Claro que el mundo desarrollado tiene mucho que enseñarle a África, pero África, en su Mundial, está reinventando el fútbol. No con su calidad, ni con un novedoso y sesudo sistema de juego, sino con su naturalidad. El fútbol profesional se ha convertido en un asunto de vida o muerte, y en eso, en la muerte y en la lucha por sobrevivir no existe mayor autoridad en todo el planeta que África. Conoce la fina línea que separa ambos estados, y sabe que no se dirimen sobre un terreno de juego. Pero nosotros, los del fútbol profesional, organizamos funerales —cuando no linchamientos— tras la derrota de nuestros equipos. Lamentablemente, la lección que nos dio la selección de Sudáfricaantes del partido caerá en saco roto por culpa de nuestra prepotencia, por nuestro enfermizo afán colonizador, por nuestra soberbia, por nuestra vocación de ser virus que contagia pero incapaz de contagiarse. Existe una teoría no probada, pero que cada cierto tiempo cobra protagonismo en el debate político, según la cual los partidos de izquierdas son los mejores para gobernar en tiempos de bonanza, mientras que los de derechas lo son para hacerlo en tiempos de crisis. La izquierda, dicen, utiliza mejor el dinero cuando hay superávit, pero cuando el vil metal escasea, que vengan los de derechas porque son los que resuelven problemas. Estoy seguro de que todo el que lea estas líneas tendrá decenas de ejemplos que respaldan o contradicen el tópico, pero en el fondo tiene algún sentido. Unos sueñan con un mundo mejor, mientras que los otros construyen el mundo que es posible, aquí y ahora. Unos defienden ideas,
Ir por el camino del mal no es lo mismo que ir por mal camino. Es perfectamente posible y sucede muchas veces, que quienes se entregan a las malas artes en la vida acaben obteniendo el éxito, tal y como se entiende esta palabra en nuestra civilización, como sinónimo de prosperidad económica, profesional y social. Florentino Pérez acaba de presentar a José Mourinho como entrenador del Real Madrid para las cuatro próximas temporadas, aunque, francamente, no creo que cumpla su contrato íntegro. Se marchará antes, ya sea por la voracidad con la que engulle entrenadores Florentino Pérez, |